Un año más hemos comenzado nuestra tertulia literaria, cada vez más asentada y con nuevas ideas. En este caso escogimos un libro que alcanzó mucho éxito en Francia. Recordemos que esta tarea es ardua pues ha de cumplir ciertos requisitos: no ser muy extensa, ser atrayente para los alumnos y tener posibilidades de generar un debate. Nos reunimos en la biblioteca el pasado 21 de diciembre de 2017.
El lector del tren de las 6.27, de Jean-Paul Didierlaurent partía con estas tres premisas, aunque no gustó de forma igual a todos los alumnos. Como de todo se aprende, hicimos ver a los chicos que los gustos no tienen que ser comunes y que de todo se puede extraer enseñanzas. De hecho, uno de los objetivos parece ser que se cumplió. Una alumna comentó que, a pesar de no gustarle el libro, la tertulia, su primera tertulia, le había servido para adquirir nuevas int
erpretaciones, nuevas ideas que nunca se le hubieran ocurrido: nos estamos refiriendo al concepto de antiheroína de uno de los personajes: Juliette, una antiprincesa de los cuentos de Disney, que ni es princesa, ni tiene un galán por caballero y además trabaja en unos baños públicos: nada bucólico.
erpretaciones, nuevas ideas que nunca se le hubieran ocurrido: nos estamos refiriendo al concepto de antiheroína de uno de los personajes: Juliette, una antiprincesa de los cuentos de Disney, que ni es princesa, ni tiene un galán por caballero y además trabaja en unos baños públicos: nada bucólico.
Del mismo modo, otros temas que surgieron fueron la dicotomía entre ficción y realidad, la soledad mostrada a través no sólo del protagonista, sino también de los ancianos que se encuentran en la residencia. Todos los personajes, que en sí mostraban insustancialidad, albergan ciertos conflictos. Igualmente, otros temas que circularon fueron el poder de las máquinas, la irracionalidad, la cosificación del ser humano y la identidad de la persona.
Además, los alumnos aprendieron que existen paralelismos con otras obras literarias; la más evidente era con Farenheit 451, de Ray Bradbury. Se trata de una distopía en la que la literatura ocupa un papel esencial y en la que los libros también son objeto de destrucción y de deseo, aunque por motivos radicalmente diferentes.
Para el próximo trimestre contamos con varias actividades literarias que iremos reseñando en este blog.