El
17 de diciembre del año pasado se llevó a cabo en nuestro instituto
Jaime II la tertulia del libro de una autora conocida principalmente
por su obra Manolito Gafotas: Elvira Lindo. Nosotros tratamos
de su novela El otro barrio,
libro que nos cuenta la historia de Ramón Fortuna, al que,
irónicamente, la fortuna no le acompaña. Ramón es un adolescente
de quince años que no llegó a conocer a su padre, pero que ha
crecido sobreprotegido por cuatro mujeres: su madre de verdad, las
“postizas” y su hermana. Al verse envuelto en la muerte de varias
personas, es ingresado en una institución hasta que se aclaren los
hechos. Poco a poco va descubriendo que todo lo que le habían
contado sobre su familia era mentira. En vez de tratar de demostrar
su inocencia, su nuevo objetivo en la vida va a ser librarse de la
red de engaños que no le deja ver quién es en realidad.
La tertulia
tuvo una duración de unos treinta minutos en los que tratamos varios
aspectos sobre el libro.
Para
comenzar, la figura del padre fue una de las cuestiones que más
debate causó, pues surgieron dos ideas que se oponían: mientras una
argumentaba que era un factor clave en la actitud del protagonista,
ya que creció sin un ejemplo de su mismo sexo, y en su lugar, tuvo,
no dos, sino cuatro figuras femeninas, la otra idea defendía el
hecho de que el sexo es independiente al proceso de crianza, al igual
que ocurre en familias homoparentales. Otro dato interesante sobre
esta cuestión es el personaje de Marcelo, pues desde el principio
trata a Ramón con bastante afecto, como si fuese su hijo, y después
de todo, queda la duda de si realmente lo es, o no.
Por otro lado,
hubo algunas personas que consideraban inverosímil la parte del
accidente, en el que Fortuna le quita la vida a varias personas. Este
momento de la historia ha recibido diversas críticas, al igual que
la reacción del propio personaje tras verse envuelto en tales
circunstancias, pues resulta ilógico para algunos que no llamase a
la policía en el acto. ¿Es esto natural, o egoísta?
También
se comentó el tema de las mentiras, cómo toda la historia está
envuelta por ellas, y sobre todo la que esconde su “hermana”.
Este aspecto trata de demostrar cuán interesada es la sociedad en
los asuntos ajenos y, además, representa los errores que uno comete
al ser adolescente, que pueden llegar a causar algo mayor.
Elvira Lindo
utiliza una técnica que logra hacer a uno pensar y darle vueltas aun
después de haber terminado de leer el libro; por eso incluso nos
faltó tiempo para seguir debatiendo estas cuestiones que aún siguen
sin respuesta, pues cada uno interpretará a su manera y con sus
propias ideas.
En resumen,
esta tertulia fue bastante activa y dio pie a diversos debates muy
interesantes. El libro gustó mucho entre los participantes, que
encontraron esta lectura fácil y entretenida pero a la vez hallaron
esa doble intención que Elvira Lindo nos dejó con ese final tan
ambiguo.
Elena Tran y Mencía Maraña
