martes, 13 de noviembre de 2018

Kafka y la muñeca viajera

(de Jordi Sierra i Fabra)

Casi acabando el curso pasado, el 21 de mayo cerramos nuestro ciclo de tertulias con una dedicada a los más pequeños, al primer ciclo de ESO. Dado el éxito de la anterior convocatoria, decidimos darle continuidad a estos encuentros literarios y nos reunimos para hablar de la breve novela del prolífico Jordi Sierra i Fabra, Kafka y la muñeca viajera  (obra que se pudo leer también en su versión catalana, Kafka i la nina que se'n va anar de viatge).  

En esta ocasión es una alumna del centro, África Forniés, quien comparte con nosotros su opinión sobre la obra y la tertulia:

           
           Kafka y la muñeca viajera es un libro en el que el autor, Jordi Serra i Fabra, fantasea acerca de los encuentros reales entre una niña y el famoso escritor Franz Kafka, que se produjeron en el último año de vida de éste. Encuentros que se producen porque esta última había perdido su muñeca, y Kafka la intenta ayudar haciendo de “cartero de muñecas”, es decir, escribiendo cartas y firmándolas de parte de la muñeca, para que la niña no se sintiera sola y triste por haberla perdido. Cartas que después le leía a la niña todas las tardes.


              Este es un libro que podría considerarse dentro de la categoría infantil/juvenil. Un libro dirigido a este tipo de público, como ya nos tiene bastante acostumbrado el autor, aunque no por ello es un libro que cualquier adulto no pueda leer y disfrutar. Un libro que trata acerca de la empatía, la inocencia infantil y la ayuda a los demás.

              En mi caso, he de decir que fue un libro largo. En la tertulia literaria de la que formé parte y por la cual leí este libro se comentó bastante este tema, la falta de “velocidad” de la historia. Y sí, es obvio que teniendo en cuenta el tema de origen y la historia, tampoco se podía montar una trama en la que en cada capítulo ocurriera algo impactante, pero pienso que si el autor no podía hacer eso, podría haber profundizado más en cómo Kafka se sentía al escribir esas cartas, en los sentimientos y pensamientos que pasaban por su cabeza, en esos momentos en los que hacía algo tan bonito como es ayudar a alguien. O incluso indagar más en la inocencia humana, en la necesidad que tiene el mundo de que haya más gente que ayude por voluntariado y no por obligación, etc. En conclusión, por mi parte creo que podría haberle dado un punto más crítico al texto, haberle dado más “color” a la historia.

              Por último, otro tema que se trató en la tertulia es el hecho de que al final de la historia Kafka le regale otra muñeca a la niña. Hay gente que lo leyó y piensa que es el equivalente a un nuevo comienzo, a la finalización de una experiencia para dar paso a otra, sin que en el fondo nada haya cambiado. 

África.

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